jueves, 7 de mayo de 2015

Breves. De Albert Camus

De 1935 a 1951, Albert Camus escribió un diario donde incluyó reflexiones filosóficas, esbozos de proyectos literarios, notas de viaje, citas... He aquí una selección de aquellos "breves" firmados por un hombre brillante, inquieto, amante de las cosas sencillas, vitalista y sensible, un referente moral de nuestra época.


- Todo lo que la historia podía haber hecho de grandioso y de sorprendente durante miles de años no valía lo que el perfume fugitivo de la rosa salvaje.

- Comprendí que para mí no existe un placer mayor que sentir bajo mis pies la arena virgen mientras ando al encuentro de una luz sonora, henchida del canto de las olas.

- Retener esta luz, volver a ella, no ceder más a la noche de los días [...]

- Cielo gris, pero la luz se infiltra. Algunas gotas de agua cayeron hace un rato. Allá abajo la bahía comienza a esfumarse. Luces que se animan. La felicidad y los que son felices. No tienen sino lo que se merecen.

- Más vale pobre y libre que rico y sometido. Evidentemente, los hombres quieren ser ricos y libres, lo cual suele conducirlos a ser pobres y esclavos.

- Junto a ellos, lo que sentí no fue la pobreza, ni la indigencia, ni la humillación [...] Ante mi madre siento que pertenezco a un noble linaje: el que no envidia nada.

- El gran problema de la vida consiste en saber cómo pasar entre los hombres.

- Todo puede ordenarse: es simple y evidente. Pero interviene el sufrimiento humano y cambia todos los planes.

- Quisiéramos que quienes empiezan a querernos nos hubieran conocido tal como éramos antes de encontrarlos, para que pudieran apreciar lo que han hecho de nosotros.

- Compréndelos a todos. Ama y admira sólo a unos pocos.

- No es cierto que el corazón se gaste (sino el cuerpo, que nos engaña).

No hay comentarios:

Publicar un comentario