lunes, 29 de diciembre de 2014

Instintos asesinos en la mesa navideña

Los españoles son los europeos que más se angustian con la Navidad, según revela una reciente encuesta realizada a través de Internet. No cabe duda de que estas fiestas, además de paz y amor, despiertan instintos asesinos y desesperados. Sobre todo, a la hora de preparar las cenas de Nochebuena y Nochevieja, servir la mesa y lidiar con la suegra, nuera o cuñada. Respiren hondo, tómenselo con calma y no terminen como el bueno de François Vatel.


Vatel fue un cocinero francés del siglo XVII famoso, entre otros motivos, por inventar la crema Chantilly. A los veintipocos años, ya trabajaba como pinche de cocina en el palacio del marqués Fouquet. En el verano de 1661, Vatel, nombrado maestro de ceremonias, organizó una suntuosa fiesta en honor de Luis XIV y su madre, la reina Ana de Austria. La cena contó con 80 platos, 30 mesas de bufet, 5 servicios de faisanes, codornices y perdices y casi 90 violinistas que interpretaron piezas de Jean-Baptiste Lully. La carrera de Vatel acababa de despegar: dos años más tarde, sería contratado por el príncipe Luis II de Borbón-Condé, el Gran Condé, para que fuera el "contrôleur général de la Bouche" en el palacio de Chantilly. Allí, se le encomendó organizar un segundo fiestón en honor de Luis XIV, el Rey Sol, que debía durar tres días y tres noches. Vatel contaba con apenas dos semanas para preparar los minuciosos menús y la fastuosa puesta en escena.


Para el viernes, como tributo a los dioses, de Neptuno a Helios, el meticuloso maître decidió presentar "un mar de hielo" abarrotado de pescados. Sin embargo, el mar jugó una mala pasada a Vatel: un temporal en la costa impidió que llegaran a Chantilly los peces encargados. Tan sólo enviaron al palacio unos tristes trozos de pescado. Ni su gran amigo Gourville fue capaz de consolarle. Vatel, avergonzado y exhausto, subió hasta sus aposentos y se atravesó con una espada. Aquella trágica muerte fue descrita por la marquesa de Sevigné, presente en el banquete:


"Llega la noche y los fuegos artificiales que había preparado, y cuyo coste había sido enorme, no lucen lo suficiente a causa del cielo nublado. A las cuatro de la mañana, cuando todo el mundo duerme, Vatel va a recoger el pescado encargado a varios proveedores. Sólo dos cargamentos habían llegado, el resto de proveedores no habían llegado. Su cabeza se calienta, encuentra a Gourville y le dice: «Señor no sobreviviré a esta afrenta. Tengo un honor y una reputación que perder». Gourville se lo toma broma. Vatel sube a su habitación, coloca su espada contra la puerta y la atraviesa a través de su corazón, dos intentos fallidos y el tercero es mortal de necesidad. El pescado encargado llega y todo el mundo busca a Vatel. Suben a su habitación, la derriban y le encuentran ahogado en su propia sangre. Se lo comunican al Príncipe y éste al Rey: «Era su forma de concebir el honor», le dice. Gourville intentó reparar la perdida de Vatel y lo consiguió: se comió muy bien, se divirtieron los invitados de lo lindo, fueron a cazar y todos quedaron encantados".


Si ven que la integridad familiar peligra durante estas Navidades, no pongan objetos cortantes en la mesa, o bien encarguen la comida a alguien de confianza, como Mercadona o TelePizza.

1 comentario:

  1. lo que hace el stress como buen aleman, fritz watel, no soporte la derrota y la deshonrra, le salio el japones que tos llevamos dentro hubiese esperado media hora :/ habria pasado toda su vida junto a Uma Thruman Tim Roth! xD, o talvez penso que si lo hubieso hecho muy bien Lpuis XIV se lo habria llevado a su corte y ahi el stress hubiese sido mx peor y frente a ese panorara se dijo para si !kaput!, con razon todos esos parasitos de los nobles terminaron con las cabezas cortadas, el pueblo sufria y ellos de banquete :/ , y D´agtañan fue el k tomo preso a su patron anterior en Condé, no habria terminado en Chantilly si no se hubiese quedado parado!

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