lunes, 28 de abril de 2014

Amador. El último Minotauro


Amador es un minotauro, hijo de una vaca retinta y un tractorista de Lebrija. En la empresa de Trabajo Temporal le han recomendado que se opere los pitones para parecer menos fiero. Tras la cornuplastia, Amador conoce en el hospital a Alfonsina, una cándida enfermera pelirroja que tuvo el sueño de ser bailarina de ballet clásico. Sin embargo, por un cambio en el metabolismo engordó y no pudo continuar su carrera artística. Amador y Alfonsina son dos seres puros que no encajan en la sociedad actual y que, sin embargo, buscan el amor desesperadamente. Cuando comienzan a hablar sobre sus vidas, aficiones, miedos y deseos, descubren que están hechos el uno para el otro.
 
 
Amador. El último Minotauro es, por encima de todo, una historia de amor. O del deseo de encontrarlo. Incluso si el aspecto exterior del protagonista impide ver lo que lleva dentro: un toro humano..., quizás demasiado humano. Como algunos de los minotauros que dibujó Picasso, Amador es tremendamente tierno, puro y soñador. Sin embargo, nadie se ha tomado la molestia en conocerlo, en derribar la pared exterior de su laberinto; salvo la enfermera Alfonsina, otro ser que desprende candidez.
 
No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene ni anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.
            
No esperes que el rigor de tu camino
que tercamente se bifurca en otro,
que tercamente se bifurca en otro,
tendrá fin. Es de hierro tu destino
            
como tu juez. No aguardes la embestida
del toro que es un hombre y cuya extraña
forma plural da horror a la maraña
            
de interminable piedra entretejida.
No existe. Nada esperes. Ni siquiera
en el negro crepúsculo la fiera.
 
(Jorge Luis Borges)
 
 
Éste es el argumento del primer cortometraje escrito y dirigido por Manuel Marqués, interpretado por Óscar Olmeda y Vicky Zazo, con Javier Elorrieta en la dirección artística y Alejandro Sacristán en la dirección de fotografía, producido por Modus Operandi Arte y Producción. Se rodó el pasado mes de marzo y ahora se encuentra en fase de montaje. Tiene mucho de realismo mágico, del humor de La Codorniz, del surrealismo castizo de Berlanga y Azcona... y, ¡como no!, de toros. Durante el rodaje, donde tuve la suerte de participar y que se alargó hasta la madrugada, comprendimos a aquel director que dijo una vez: "Hacer cine es el arte de saber esperar".

 
He aquí, como avanzadilla, algunas fotos realizadas por Elena Guerrero el día de la grabación, esperando que, pronto, pueda compartir, el cortometraje terminado. Asimismo, publico unas imágenes tomadas en los estudios Infinty de Madrid, donde se grabó la banda sonora del cortometraje, una soberbia versión de Alfonsina y el mar tocada a violín por Leticia Moreno.
 

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