lunes, 24 de marzo de 2014

Pan y toros

¿Tu mocedad? No es más
que un olor de azahar.
En plazuela a la tarde
cuando la luz decae
y algún farol se enciende
su perfume lo sientes
alzarse de un pasado
ayer tuyo, hoy extraño"
(Luis Cernuda)

En la calle Divino Redentor de Sevilla se mezcla el olor a pan con el del azahar y los macizos de jazmín que asoman sobre las tapias. Apenas quedan ya naranjas en los árboles y, tras una leve racha de viento, la acera se convierte en una alfombra blanca de flores.
 
 
"Compré luego a una niña un ramo de jazmines
amarillentos, pero en su olor ajado tuvo alivio
la dejadez extraña que empezaba a aquejarme"
(Luis Cernuda)

En la panadería Polvillo la actividad es frenética. Han anunciado que sortean trajes de flamenca, mantones de Manila y entradas para los toros entre sus clientes y la cola de personas llega hasta la calle. El sábado por la mañana venden, además, pececitos de nata y piononos a un euro y medio. La misma chica que canta la oferta en repostería, saca una bandeja  con vienas, bollos picados, espigas, pichis y molletes amasados en Salteras y Alcalá de Guadaira. Cuatro bollos más una papeleta a un euro.
 
 
En vista de los carteles confeccionados este año por Canorea y compañía, el público de La Maestranza se presiente escaso pero, gracias a Polvillo, los asistentes irán con un pan debajo del brazo. Y ya se sabe que a pan duro, diente agudo.
 
 
"Uno de los alimentos que más sabrosos hallara siempre ha sido el pan, y en casi todas las latitudes. Pero aquel pan de Alcalá de Guadaíra en Sevilla, ¡quién lo probase otra vez! Lo traían hasta Sevilla a lomos de una mula, en amplios serones, los panaderos de Alcalá, que desfilaban por las calles, dejando en algunas casas de tan buen gusto como para requerir que su pan fuese de Alcalá de Guadaira" (Luis Cernuda).

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