sábado, 1 de marzo de 2014

Comulgar con ruedas de molino

¿Qué significa la expresión "comulgar con ruedas de molino"? Según el diccionario, creer o aceptar ingenuamente algo que difícilmente podría ser posible. Proviene del contraste exagerado entre una hostia sacramental y una rueda de molino, objeto imposible de digerir por su gran diámetro. Quien comulga con ruedas de molino está dispuesto, por tanto, a "tragarse" la mayor de las mentiras.
 
 
El escritor Dionisio Ridruejo le dedicó un bello poema a la piedra del molino:
 
El recto andar del agua prisionera
se hizo círculo y copla en tus ardores,
pan de roca, en tu danza molinera,
alegres de tus albas mis rumores.
 
Sol de espigas, tus labios giradores,
labios del llanto, pesadez ligera,
enmudecen tu amarga primavera,
luna muerta en el llanto de las flores.
 
Hoy te miro, descanso del camino,
moneda del recuerdo abandonada
en la quieta nostalgia del molino.
 
Cíclope triste, el ojo sin mirada
y la forma andadora sin destino,
en el eje del aire atravesada.
 

Y si hermoso es el poema de Ridruejo, bien puede competir en emoción con la copla que Rafael de León y Juan Solano compusieron en 1968, "Con ruedas de molino". Aunque la versión más popular fue la grabada por Rocío Jurado tres años después, existen otras menos afectadas.
 
Una yegua de celos colorada
corre llena de furia por mi frente
y galopa de oriente hasta occidente
en busca de tu falsa coartada.

Porque yo, sé de más que en esta hora
hay alguien que los labios te devora
 y comparte contigo pan y vino.

Mas como de perderte tengo miedo,
no ahondo en la maraña de tu enredo,
y comulgo con ruedas de molino.
 
 
En este país, la clase política se empeña en que comulguemos con ruedas de molino casi a diario. Y ya llevamos un tiempo atragantados.

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