sábado, 7 de septiembre de 2013

El abanico del July


"Desde siempre ha habido hombres que usaban abanico. Según cuenta Arturo Llerandi -tercera generación al frente de Casa de Diego, de Madrid-, el abanico era, hace siglos, un signo de poder y de distinción masculinos. En China, los mandarines los llevaban dentro de una funda de marfil que colgaba del cinturón" (publicado en ABC en junio de 2006).


El abanico masculino ha sido símbolo de poderío desde príncipes hasta figurones del toreo, pasando por intelectuales de la Generación del 27. De hecho, este grupo poético se dividía en dos clanes: los partidarios del abanico y sus detractores. El July lo mismo abaniquea con la muleta en el hocico del toro como se abaniquea en los días de calor. Benditas muñecas de goma procedentes de Velilla de San Antón. En la imagen, el matador mueve con fervor el pericón mientras mira a su amigo Talavante, lo que antiguamente, en el lenguaje del abanico, significaba: "te amo con intensidad, pero tengo dudas". No dudes, Julián. La vida es tan corta como una calurosa tarde de verano.
 
 

1 comentario:

  1. Lo hermoso del arte fotográfico es su sordera, lo que le confiere un mundo de infinita posibilidad interpretativa. Yo me arrojo con mi conjetura estética en la última foto de esta publicación: Talavante les está cantando, por eso El Juli bate e abanico, Manzanares mira a una zona erógena, el señor de la derecha tiene dos manos extrañas, y Ramos mira hacia el ojo izquierdo.

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