sábado, 5 de enero de 2013

Rey Mago asegurado a todo riesgo

T.E. Lawrence con su camello Jedha

La historia de hoy, víspera de Reyes, va sobre dromedarios y cine. El productor Samuel Bronston (1908-1994) hizo de España el gran plató de Hollywood en la década de los 60. El moldavo se encaprichó de nuestros paisajes, gentes y buen comer. Gracias a él, El capitán Jones (John Farrow, 1959), Rey de Reyes (Nicholas Ray, 1960), El Cid (Anthony Mann, 1961), 55 días en Pekín (Ray, 1963), La caída del Imperio Romano (Mann, 1963), El fabuloso mundo del circo (Henry Hathaway, 1964), Lawrence de Arabia (David Lean, 1962) y Doctor Zhivago (David Lean, 1965) tienen el color de la tierra, las montañas, los ríos, la nieve y los campos españoles.

Peter O´Toole se echa la siesta


Cuando concluyó el titánico rodaje de Lawrence de Arabia, en agradecimiento por la hospitalidad española, Bronston le regaló al ayuntamiento de Madrid tres enormes dromedarios. "¿Qué hacemos con estos bichos?", se preguntaban en el consistorio. Decidieron, entonces, sacarlos en la cabalgata de Reyes Magos. Sin embargo, Carlos Arias Navarro, alcalde de la capital, no imaginaba hasta qué punto un dromedario podía emborricarse cuando lo obligaban a caminar sobre asfalto. Durante un ensayo, Melchor hizo vuelo sin motor hasta que aterrizó contra el suelo. En otra ocasión, el rey Baltasar sufrió varias fracturas y estuvo hospitalizado en estado grave. Sólo Gaspar se libró de la quema. Tras estos accidentes, el pánico cundió entre Sus Majestades, que a partir de 1971 volvieron a viajar en sus ostentosas y seguras carrozas, mientras que el trío de dromedarios regresó al zoológico.



En este artículo de Carlos Osorio, se describe cómo fue la primera cabalgata en Madrid, que data de 1953.

Charlton Heston, Geneve Page, Ramón Mendéndez Pidal,
Anthony Mann y Samuel Bronston.

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