miércoles, 24 de octubre de 2012

Los disfrutadores


Es indudable la transformación del público, no privativa del de los toros, sino generalizada a los de todos los demás espectáculos. Lo más radical de este cambio reside en una inclinación a una benevolencia que antes no existía, singularmente en lo taurino […] Se entrega la gente al disfrute de la euforia. Nada de sobresaltos ni de emociones. Paz, sosiego, es lo que se anhela. Y, dentro de la paz, el arrullo del sosiego; que lo jacarero retoce sin que turbe el esparcimiento un ramalazo de angustia. Se busca la risotada provocada como sea. Se desea el recreo, el pasatiempo, la diversión; esto es, el apartarse,el desviarse de lo que pueda atosigar el ánimo con preocupaciones, con disgustos, con sacudimientos emocionales. ¿Es la corrida de toros una fiesta apropiada para este apetecer? En manera alguna. Todo lo contrario. Propiamente, no es una fiesta aunque participe el regocijo y brinque la alegría a momentos, muchas veces apagados, cortados por clamores de aflicción. Una corrida de toros es un espectáculo cruel y, por lo tanto, serio y fuera de alegrías, aunque sólo sean superficiales y fugaces”.

Antonio Díaz-Cañabate, Paseíllo por el planeta de los toros (1970)

En los últimos dos años, las "figuras" también se han contagiado del Disfrute Sin Fronteras (DSF), con un único matiz: algunos prefieren estar "agusto" antes que "a gusto". Cuando los toros "ayudan" y "sirven", no se aguantan del placer, vaya. Sin embargo, si una corrida sale dura, bronca o áspera, inician una cruzada contra el ganadero o empresario que ha organizado el festejo.


Sucedió hace poco en Hoyo de Pinares, cuando un novillo de Adolfo Rodríguez Montesinos corneó a un chaval que aún no había debutado con picadores. La maquinaria de las "figuras" y sus palmeros echó a rodar: ¿Un novillero no ha disfrutado en la plaza? ¿Ha recibido una cornada? ¿Ha padecido en sus propias carnes la dureza del toreo? ¿No ha podido practicar ballet? ¡Inadmisible! Ése ganadero es un desalmado que cría fieras corrupias; el empresario, un ser sin corazón ni escrúpulos; y el apoderado, un irresponsable. ¡A la hoguera todos ellos! Pobre niño que ha caído herido entre las fauces del monstruo... así le quitarán las ganas de torear. Y el toreo es algo tan bello, tan fácil, alegre y ligero... Esto es una profesión de artistas inscritos en el Ministerio de Cultura, a ver cuando nos enteramos. Se acabaron las tragedias: todo aquel que tenga un espíritu "disfrutador", a inscribirse en una escuela taurina. Por eso, las "figuras", cada vez que torean, nos obsequian con tweets como estos para recalcar su karma y buen tauro-rollito. ¡¡A gozar todo el mundo!!


"Cuando sale el toro con dos puntas y dos cojones, aquí no disfruta ni su puta madre, coño ya...".
(Luis Carlos Aranda, banderillero en la contraquerencia)


Esta tarde, cuando salí de la oficina, encontré este cambalache en el kiosco de la esquina: Manzanares en Vanity Fair, un Barcial en Tierras Taurinas y, en medio, el pobre Antonio Ordóñez. La Fiesta del Disfrute frente a la del Toro. Más gráfico, imposible. Por cierto, en páginas interiones, José Mari confiesa que siempre viaja con un psiquiatra para hablar "sobre sus miedos". A tenor de lo que escribe, ¿miedo a sentirse excesivamente "agusto"?


3 comentarios:

  1. Joder hija, la frase de Aranda es de tertulia buena y verdades como ostias. Tu argumentario desarma muchas estructuras, Lo de meter aquí a Ordóñez es mala leche

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  2. No puedo estar más de acuerdo con tus palabras.
    Por la línea del "agustito", creo que me acabarán echando de las plazas...

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  3. Y los que no estamos agustito,que no vayamos a la plaza...o eso me dicen algunos palmeros por twiter...Porque los agustitos me han bloqueado todos,soy un aficionado molesto para ellos....MUY DE ACUERDO CON TUS PALABRAS....

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